
Esta pedanía está enclavada en pleno corazón de la "Huerta de Europa", (o lo que queda de ella), entre Puebla de Soto, Era Alta y La Raya. Dista tres kilómetros de la ciudad de Murcia y al igual que otras localidades vecinas, su territorio está surcado por brazales y acequias, aunque hoy día están cegados o desaparecidos la mayoria de estos canales de regadío, que fueron las artérias de este trozo de terruño, del que nuestros ancestros extrajeron el sustento de sus familias durante siglos.
Durante el Trienio Liberal, entre 1820 y 1823, Nonduermas tuvo un ayuntamiento propio. Tras sufrir la riada de Santa Teresa en 1879, solo quedarían en pie tres casas de las cien que aparecian datadas en el diccionario de Pascual de Madoz, de 1840.
Nonduermas es cuna de hijos ilustres, como Luis Garay (Nonduermas 1893 - Murcia 1956), pintor de las costumbres populares, de los paisajes rurales y los bodegones.
PATRIMONIO CULTURAL:
Iglésia de Nuestra Señora de Cortes. En esta pedanía de Nonduermas, conocida también como La Medialegua (por la distancia que la separa de la capital) se encuentra esta pequeña iglesia que durante años fue aneja de la iglesia de Santa María de Murcia.
Se trata de un templo que cuenta con una gran devoción popular a pesar de los cambios y reformas de la que ha sido protagonista.
Sabemos que este templo llegó a albergar obras del siglo XVI y XVII, como un San Antonio, un San Roque o un cuadro de la Virgen de la Leche del Siglo XVIII. De Salzillo llegó a haber una imagen de San Pedro de Alcántara y de Roque López un San José.
Como en tantos otros templos todas estas obras desaparecieron en 1936. La actual imagen titular del templo es obra de Sánchez Lozano.
Esta construcción pertenece al conocido como estilo tradicional murciano.
Tiene planta de cruz latina, con tres naves y cúpula sobre crucero. Aunque el templo sufrió grandes destrozos durante la Contienda Civil destaca la portada del siglo XVIII en la que se conserva la inscripción : Año de 1733 siendo capellán don Diego de Ponce.
Esta portada barroca ofrece una puerta de dos hojas enmarcada en sillares de piedra almohadillados. Sobre la puerta se extiende un dintel con tres ménsulas ornamentadas.
Es de destacar también, que sobre este dintel se abre una hornacina decorada en su interior a modo de una concha marina. Toda esta estructura está coronada con un frontón semicircular enmarcado con pináculos y dos vanos elípticos.
Ermita de Burgos.
Además de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Cortes, encontramos una pequeña ermita del siglo XVIII, la conocida como Ermita de Burgos.
Se trata de una pequeña construcción, recientemente restaurada, difícil de localizar, pues en la actualidad se encuentra oculta entre construcciones modernas.
La fachada sur, por donde tiene la entrada, ha sido invadida por la casa contigua, así sólo observamos el acabado de ladrillo de esta; el resto de los lados es, hoy medianera con obras igualmente modernas, quedando, como excepción, el lateral oeste, donde se encuentra una construcción antigua, en estado de ruina.
El único elemento que destaca, entre el grupo de casas modernas que la han enmascarado, es una pequeña espadaña que asoma por encima de los edificios, de un solo vano donde se suspende la campana, que es coronada por una pequeña cruz de hierro forjado.
Pero, si algo destaca en este templo son las obras de imaginería que alberga, la imagen que da nombre al templo es un niño Jesús joven, una talla de madera policromada de un metro de alto, aproximadamente, que se puede fechar entre finales de siglo XVIII y principios del XX, constituyendo una talla completa. Junto con esta obra, encontramos también la imagen de una Purísima Concepción, del siglo XIX, que se atribuye, al igual que la anterior, al escultor Sánchez Araciel.
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